Villa Constitución transitaba sus cincuenta años… y crecía día a día… un grupo de jóvenes entusiastas comenzaba a plasmar un sueño… un sueño grande… que estaba cerca de ser una realidad… corría el año 1908 y el auge del fútbol se sentía en todo el país… nuestra ciudad no estaba exenta a eso… y un 26 de agosto se daría comienzo a un nuevo compromiso… a una idea que dejaba las mentes de algunos villenses para convertirse en un hecho palpable… que marcaría un antes y un después en la comunidad… aquel 26 nacía, Riberas del Paraná.
Jaime Carbonell abrió las puertas de su casa, en la tradicional esquina de Entre Ríos y San Martín, para realizar la reunión de la cual nacería esta pasión. Y junto a Pedro Larroscain, Vicente Cerñajk, Antonio Fernández, Miguel Cuadros, Ignacio Corvalán, Emilio Suárez, Eduardo Robeda, Manuel Estera, Javier Peralta, Humberto Bancanari y Carmelo Peralta dieron nacimiento al club.
Los primeros pasos para su creación estaban en marcha, pero faltaba algo, tal vez, lo más importante… el nombre, esas palabras que identificarían a la institución y la marcarían de por vida… el debate salió a la luz, y no hubo mucho conflicto al momento de aceptar la idea de Javier Peralta… “Riberas del Paraná”, así se debía llamar, en honor a la ciudad, y a las costas del gran río que bañaba sus orillas…
No existe club sin Comisión Directiva, entonces, los jóvenes con alma de niños, se transformaron en adultos, serios y responsables y dieron nacimiento a la primera dirigencia albirroja: Pedro Larroscain sería nombrado como Presidente, acompañado por Vicente Cerñajk en la Vicepresidencia; Antonio Fernández como Secretario; Miguel Cuadros como Prosecretario; Ignacio Corvalán como Tesorero; Emilio Suárez como Protesorero; Eduardo Robeda, Manuel Estera, Javier Peralta, Humberto Bancalari y Carlos Romero como Vocales.
Por unanimidad se designaron también como Presidentes Honorarios a Francisco Succi, Jerónimo Caferata, Ciro Cano y José Bigand.
Faltaba un detalle, la gran divisa… aquellos colores que se defenderían por siempre… y que representarían a la institución hasta el día de hoy. “A moción del Señor Horacio Corvalán y después de un cambio de ideas, se resolvió por mayoría de votos que el uniforme que debe usarse está compuesto por pantalón negro y casaca a franjas rojas y blancas”, tal como lo señala el acta de aquel histórico día.
Sin más preámbulos, aquel 26 de agosto de 1908 se ponía en marca un sueño, que a base de esfuerzo, trabajo, perseverancia y amor crecería de manera agigantada año tras año… transportando ese sentimiento de superación hasta el día de hoy.
Oficialmente se inaugura el 30 de septiembre de este mismo año. La primera cancha estuvo en terrenos facilitados por Gerónimo Cafferata, en la manzana formada por Entre Ríos, Sarmiento, Córdoba y General López. Allí, un domingo 13 de septiembre con Carmelo Peralta como “capitán del team”, Riberas juega su primer cotejo. Su gran debut, como no podía ser de otra manera, fue ganando, como los grandes. Enfrente estuvo Atletic Club San Nicolás, y la victoria albirroja fue por 2 a 1.
Cuatro fueron los años que esa manzana acogió a los hinchas ribereños, hasta que en 1912 el club se traslada a lo que en ese entonces era calle Rioja (hoy 14 de Febrero), entre Rivadavia y General López el club siguió creciendo.
Recién en 1927 se muda definitivamente a su actual hogar (Dorrego y 14 de Febrero). De inquilino de la Comisión de Fomento pasa a propietario en 1949 por donación de ésta.
En 1956 quedan inauguradas las canchas de tenis, en aquel momento fueron reconocidas como “las mejores de la zona”, mote que conserva hasta la actualidad. En ese mismo año también se presenta la pista de patinaje y baile al aire libre, que tuvo gran éxito durante aquellas épocas convirtiéndose en uno de los lugares más visitados por los villenses.
Y finalmente, Riberas del Paraná tuvo un hogar definitivo, que hasta el día de hoy guarda recuerdos imborrables.
Contó con una amplia carta de disciplinas, que incluyó bochas, patín, boxeo y hasta pelota a paleta (en el ’38 se inaugura la cancha, junto con el buffet y bar, años más tarde es demolida para construir la estructura actual).
Hoy, Riberas cuenta con ocho disciplinas, fútbol, voley, taekwondo, natación, gimnasia artística, gimnasia, básquet y tenis. En total son 800 los socios y día a día su comisión trabaja para seguir creciendo.
Las famosas “kermesses” y su radio
Riberas siempre fue popular, es el club más antiguo de la ciudad, es uno de los impulsores del fútbol en la zona y supo de una u otra forma llamar la atención de los villenses. Pero tuvo dos hechos que aún quedan marcados en las memorias de los Ribereños.
Junto con la fundación, allá por 1908, se da comienzo a una radiodifusora. En el ’38 adquiere y extiende una red de parlantes por San Martín desde 14 de Febrero a Entre Ríos, luego, con el tiempo logra instalarse en los lugares principales de Villa. La década del 70 fue la última en la que funcionó pero se recuerda hasta el día de hoy.
Otro hecho significativo tiene que ver con las “famosas kermesses”, allí se presentaban orquestas de Villa, Rosario, y Capital. Cada presentación era una fiesta colmada de personas. También eran reconocidas las competencias y festivales de cooperadoras escolares, policiales, del hospital y diferentes instituciones que se realizaban en el club, que en un muy buen gesto cedía sus instalaciones.
“Riberas del Paraná es la institución rectora del deporte villense por derecho en su trayectoria dentro y fuera de la ciudad”, decía el historiador Santiago Lischetti hasta medio siglo atrás, y muchos lo afirman hasta la actualidad.
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